Lorenzo
Cubas Navarro
Aunque en Alcalá del Júcar, siempre a habido tradición de cantería, el oficio no se trasmitió de padre a hijo, aprendí en la escuela taller que se realizó en mi pueblo del año 1987 al 1991. Nuestro maestro, Juan Miguel (el roquero) nos dijo: vais a aprender el oficio como se hacía antes, como se ha hecho toda la vida, y así estuvimos 3 años, sin luz eléctrica, todo el proceso lo hacíamos manualmente, desde partir las piedras con cuñas y Maza, cargar los bloques con un tablón dando vueltas, haciendo las tiradas maestras con cincel y maceta, entreguardando a ojo, y utilizando para el desbaste, picos, maza de esquina viva, trinchante, bujarda y demás herramientas manuales. Este conocimiento ancestral me permitió en 1992 crear mi propio taller de cantería, y poco a poco fui mezclando conocimiento e innovación tecnológica, para ir adecuando los trabajos aprovechando la maquinaria pero respetando los acabados manuales. Luego vino el largo y tedioso proceso burocrático para poder abrir una cantera legalmente, con esfuerzo, constancia y mucho dinero, conseguimos al final una, (concesión para la extracción de roca ornamental) situada en término municipal de Alcalá del Júcar, la llamé, Calizas Sagasta, y en ella extraigo la piedra autóctona que denomine (pues no tenía nombre) caliza tigre. Desde entonces hasta el día de hoy, he realizado todo tipo de trabajo en piedra caliza, especializado sobre todo en acabados manuales, apiconados, abujardados, atrinchados o berrugo.